
Hyperreactio Luteinalis: PResentación Clínico Patológica de Dos Casos
REVISTA MÉDICA DE ROSARIO 51
Hallazgos microscópicos.
Ambas piezas de ooforectomía presentaban un as-
pecto similar. Este consistía en la presencia de folículos 
revestidos por células con marcada luteinización, carac-
terizadas por sus amplios citoplasmas eosinofílicos y nú-
cleos redondos que asentaban en un estroma francamente 
edematoso (Fig. 3). Focalmente se observaba hileras de 
células de la granulosa revistiendo las estructuras folicu-
lares. No se visualizó parénquima ovárico remanente. El 
útero correspondiente al caso 1 mostraba vellosidades 
con morfología adecuada a la edad gestacional y otras con 
marcado edema y leve proliferación polar del trofoblasto. 
Las membranas amnio coriales no exhibían lesiones. El 
feto de sexo femenino evidenciaba leve autólisis visceral. 
La trompa derecha (Caso 2) presentaba vellosidades co-
riales sin alteraciones y áreas de hemorragia aguda. 
En ambos casos el diagnóstico fue de HL, en uno de 
ellos asociado a mola hidatidiforme y en el otro a emba-
razo ectópico no complicado. 
Conclusiones
Ante la detección de lesiones quísticas a nivel ová-
rico en una paciente embarazada son tres las entidades 
que por frecuencia deben ser tenidas en cuenta como 
diagnóstico diferencial: quiste del cuerpo lúteo, quiste 
folicular gigante luteneizado del embarazo o puerperio e 
HL.
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 Las dos primeras habitualmente unilaterales y la 
última siempre bilateral. Obviamente existen otras pa-
tologías a tener en cuenta tales como el tumor de células 
de la granulosa quístico (unilateral) o los cistadenomas 
serosos o mucinosos. 
La primera descripción de HL fue realizada por 
Marchand en 1898. En ella se describió que la mola y el 
corioncarcinoma se encontraban a menudo asociados a 
la presencia de múltiples quistes luteínicos: “hiperrreac-
tio luteinalis polycystica”.
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 A través de los años la entidad 
fue reconocida por un importante número de autores 
y nuevas publicaciones cobraron importancia. Las mis-
mas incluían sólo uno o dos casos lo cual revelaba la 
infrecuencia de la entidad
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Fue Watkins et al quienes 
reportaron el mayor número de pacientes y efectuaron 
una detallada y minuciosa descripción macro y micros-
cópica de la HL.
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Si bien la etiología de esta afección no está del todo 
comprendida se postula que se relaciona con una hiper-
estimulación ovárica secundaria a un exceso de hCG o 
a una exagerada respuesta materna a niveles normales 
de hCG.
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En las primeras descripciones la HL se hallaba casi 
exclusivamente asociada a mola o corioncarcinoma por 
lo que la elevación de los niveles de hCG era compren-
sible. Ejemplos posteriores demostraron que la entidad 
ocurría independientemente de la existencia de una en-
fermedad trofoblástica.
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Los niveles elevados de hCG 
también se ha comprobado que pueden estar relacio-
nados con una placenta de alto peso. Este concepto se 
encuentra corroborado en base a que la HL se relaciona 
en un número importante de casos con placentas de alto 
peso y diagnóstico de hidrops fetalis por incompatibili-
dad Rh, diabetes gestacional y embarazos múltiples.
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Finalmente cabe remarcar que puede darse en pa-
cientes con embarazo único con niveles normales de 
hCG.
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Esto podría estar indicando que existe una res-
puesta materna exagerada a los niveles siológicos de 
hCG. 
Las alteraciones fetales asociadas a la HL son varia-
das y entre ellas se mencionan: higroma quístico, retardo 
del crecimiento, parto prematuro, virilización e hidrops 
fetalis por incompatibilidad Rh.
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El conocimiento de esta entidad, la naturaleza be-
nigna de la misma, sus manifestaciones clínico patológi-
cas y su resolución post parto son las bases que permiten 
adoptar una conducta conservadora a n de evitar la 
realización de tratamientos agresivos e irreversibles que 
comprometan la futura fertilidad de las pacientes. La 
educación continua y el reconocimiento de esta patolo-
gía son elementos de vital importancia.
Figura 3. Microscopía. H&E 200 X. Pared de quiste 
teco luteínico.