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MISCELÁNEA / MISCELLANY
-¡Cuánto desearía que ese concierto fuera ejecutado
en alguna de las presentaciones de la sinfónica!
Buon giorno caro amico! ¿Me pregunto si esa manía
suya de andar hurgando por cuanto recinto se le cruce es
de siempre o constituye un signo de los años?
-Buon giorno professore. Torpeza la mía en no saludar
primero, a decir verdad llevo adelante, desde no sé cuán-
do ... la “misión” de curiosear.
-Explicación aceptada y por hoy digamos que está
disculpado. Acuerdo con Ud. en cuanto a los méritos
del segundo Concierto para violonchelo del querido
Franz Joseph Haydn.
-¿Todo bien?
-Cómo le he oído decir a algunos colegas suyos, con
pocos síntomas.
-Haya paz entonces.
-Me causó alegría que estuviera repasando la partitu-
ra. Los entendidos dicen que se halla entre las mejores
obras para violonchelo del clasicismo.
-Juzgan bien. Durante muchos años se creyó que
este concierto había sido compuesto en 1783 para An-
tonín Kraft, violonchelista de la Orquesta Esterházy en
aquel imperio Austro Húngaro.
-Pero….
-Según radio pasillo y de acuerdo con estudios con-
ducidos más recientemente la pieza no había sido escrita
para Kraft ni siquiera fue estrenada por él. La arma-
ción efectuada por el hijo de Kraft al musicólogo Gustav
Schilling era incorrecta.
-“Vanidad de vanidades, todo es vanidad”, reza el
Eclesiastés.
-La mayoría de los expertos, hoy coinciden que sí se
trata de una obra del maestro. Sobre todo después de
descubrirse en 1951 la partitura autógrafa de Haydn.
-¡A las pruebas me remito!
-Los husmeadores que nunca faltan hallaron, inclu-
so, referencias en la prensa Londinense donde se anun-
FANTASÍAS CON EL CELLO
El arduo camino hacia el eterno descanso
oscaR Bottasso
ciaba un nuevo concierto para violonchelo compuesto
por Haydn el cual se tocó por primera vez el 24 de mar-
zo de 1784.
-Es que muchos opinadores no toman en cuenta la
existencia de las hemerotecas.
-Por partida doble, agregaría yo. Una semana des-
pués se anunció una segunda interpretación a cargo de
James Cervetto, violonchelista principal de la Ópera
Italiana de Londres y uno de los grandes virtuosos del
instrumento, por esos lares.
-Por suerte existe el revisionismo histórico y nal-
mente los acontecimientos se terminan ubicando en el
lugar correspondiente.
-Ya lo creo. Cada vez que se lo ejecuta constituye en
denitiva un acto de justicia.
-Es verdad, además se trata de un admirable con-
cierto.
-Me agrada sobremanera. El primer movimiento en
re mayor es pausado y relajante, aunque de repente pasa
a ser desarrollado, con la aparición de otro tema, sus-
tentado en el anterior, para luego recapitular con la idea
principal.
-¿Y el adagio?
-Es más lento que muchos de los movimientos de
esta naturaleza compuestos por él, pero igualmente be-
llo.
-El movimiento nal remata muy bien en la forma
de rondó.
-Muy a tono con el clasicismo, además de concluir
con un tempo bastante alegre, quizás un poco menos
virtuoso en comparación con el primer concierto que
escribió para el instrumento.
-Es que el Allegro nal del primero tiene una fuerza
que a uno lo levanta de la silla.
-Sensación compartida.
-He leído bastante sobre él, y puedo decirle que no
la tuvo fácil Don Franz Joseph.
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-Se que provenía de una familia humilde.
-Así es, vino a este mundo a comienzos de 1732 en
Rorhau en la baja Austria. Sus padres Joseph Haydn y
Anna Maria Koller no eran artistas pero sí acionados
a la música.
-Un antecedente bastante común en este tipo de his-
torias.
-Se cuenta que a los 5 años ya marcaba el ritmo de
las melodías eslavas con trozos de madera que sostenía a
modo de violín, cantando al mismo tiempo, pues poseía
una hermosa voz.
-Uh, por aquellos tiempos era una llave capaz de
abrir muchas puertas.
-No le quepa la menor duda. Para 1738 su talento
se hace bien patente al punto que un familiar Johann
Mathias Franck se ofrece a guiar su educación.
-¡Cuánto me agrada anoticiarme de estas historias!
-El traslado a Hainburg siempre en la baja Austria
lo puso en contacto con la gran cultura y de paso una
yapita.
-Me la veo venir, algún inuyente maestro advierte
el potencial del joven.
-¡Centro! Karl George Reutter designado nuevo Ka-
ppelmeister de la Catedral de San Esteban queda mara-
villado por las cualidades vocales del muchacho, y acon-
seja que pase a formar parte del prestigioso conjunto
coral.
-¿De qué edad estamos hablando?
-Ocho años.
Sehr gut!
-Hasta un cierto punto. Sobrevino una etapa difícil
etapa ya que los cantores practicaban en demasía, ali-
mentándose poco y mal.
-Y encima con una familia de bajos recursos.
-Así es pero Franz reponía calorías con pasteles con-
cedidos como pago a los pequeños recitales ofrecidos en
una repostería.
-Un decidido a resistir.
-Digamos que era un portentoso auto-resiliente, in-
cluso llegó a superar un cuadro de viruela, que en los
niños tenía una alta mortalidad.
-Pido excusas por una pequeña interrupción si me
lo permite.
-Por supuesto.
-¿Por qué en los ciclos de formación musical, no se
otorga un debido espacio a los hechos históricos que se
dieron en la vida de los grandes cultores de este mara-
villoso arte?
-Qué acertado cuestionamiento, mi estimado. No
tengo respuestas para eso, pero quizás tenga que ver con
una suerte de aséptica pulcritud.
-Desde mi lugar sería constituiría una didáctica de
gran ayuda, sobre todo para estos tiempos donde no
abundan oportunidades y recursos, y las desesperanzas
están a la vuelta de la esquina.
-¡Realmente! Franz carecía de medios para encarar su
gran anhelo, la composición. Tal era su privación que no
contaba con papel ni pluma. Pero así y todo crea unas
primeras obras que, por cierto, no recababan la aproba-
ción del envidioso Reutter.
-Los mortales tienen un rollo colosal con la envidia,
uno ha visto historias realmente patéticas.
-Término proveniente del latín invidia que a su vez
deriva de invidere.
-¿O sea?
-Mirar hacia el interior y a partir de eso avizorar con
malos ojos, con hostilidad.
-Alguna vez me lo resumieron como que la felicidad
del otro es una desventura para el envidioso.
-Exacto. Es más, en ciertos casos esa aspiración de
tener aquello que el otro posee, puede tener consecuen-
cias nefastas.
¿Cómo sería?
-Que quien dispone de ese anhelado bien lo pierda,
o resulte perjudicado.
-¡Qué joyita!
-Le arrimo un dato, se cuenta que Franz estuvo a
punto de convertirse en un castrato.
-¡Ay, ay, ay!
-Al llegar a la pubertad su voz comenzó a cambiar
y Reutter intentó persuadirlo contándole las excelentes
consecuencias de tal mutilación, pero afortunadamente
su padre llegó en el momento justo.
-¡Gracias, papá Joseph!
-Para colmo de males la emperatriz María eresa
había señalado que Haydn ya no cantaba sino que graz-
naba por lo que en 1749 fue despedido, sin contempla-
ciones ni dineros.
-Gran disfrute para Reutter
-Por suerte Franz recibió una pequeña ayuda de la
familia Spangler en cuya casa residió por algunos meses.
-Aguerrido el muchacho.
-Aprende intensamente y enseña a su vez para sub-
sistir hasta que nalmente puede alquilar una mísera
boardilla en la Michaerlerhaus en Viena.
-¡Nos vamos recomponiendo!
Fantasías con el Cello
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-En el edicio vivía Metastasio con quien establece-
ría una importante amistad, a la par de ponerlo en cono-
cimiento de Nicola Pórpora quien le aportó importantes
enseñanzas respecto de la ópera italiana.
-¿El mismo que después se estableció en Londres y
terminó siendo el gran competidor de Haendel?
-Ni más ni menos… Los días del joven eran intermi-
nables, podía llegar a trabajar hasta 18 horas, intentando
alcanzar la mayor nura posible en sus composiciones.
-De alguna manera habrá querido compensar sus ca-
rencias materiales.
-Encima tenía una apariencia poco renada, cicatri-
ces de viruela incluidas.
-Como se suele escuchar por acá “ojo de papeles”.
-Felizmente en 1755 el médico Karl Joseph con Für-
nberg invitó a Haydn a participar en la orquesta de cá-
mara que amenizaba sus veladas. Será allí donde se toca-
rán sus primeros cuartetos y así se comienza a visibilizar
sus dotes de compositor.
-Una lucecita.
-Que fue creciendo, al año siguiente consiguió pu-
blicar algunas de sus obras.
-¿A la par de las sinfonías también se lo conoce como
el padre de los cuartetos?
-Exacto. Tres años después, concretamente 1758 el
conde Ferdinand Maximilian con Morzin le conrió
una oportunidad única, ser maestro de capilla.
Plaudite, comoedia coepit!
-Con algunos ingredientes poco felices.
-ACLARANDIO……
-Las desafortunadas nupcias de 1760.
-Eso no debería ser un motivo de desdicha, digo, …
me parece.
-En realidad el joven estaba enamorado de eresa
Keller pero la muchacha terminó ingresando en un mo-
nasterio.
¿Y?
-Se casó con su hermana Anna María, una mujer de
carácter irascible y falta de delicadeza, quien nunca llegó
a comprender las cualidades de su esposo.
-¿Torpe la señora?
-Con todas las letras. Llegó a decir que para ella tan-
to le daba que su marido sea un zapatero o un artista.
-No son pocos los que “se hablan encima”.
-A la par de su maltrecho matrimonio; en 1761 los
Morzin tuvieron problemas nancieros.
-¿Proyecto Kappelmeister niquitado?
-Efectivamente, pero las moiras hilaron bien.
-¡Menos mal!
-Entra en escena el príncipe Paul Anton Esterházy,
quien lo contratará en exclusiva para su corte de Eins-
tadt.
-Nobles muy proclives a los mecenazgos, hasta don-
de sé.
-En efecto. Al proporcionarle su propia orquesta, y
con amplias oportunidades para componer sinfonías ese
nombramiento fue crucial en el aanzamiento del géne-
ro y, la historia de la música en sí.
-Me dan ganas de aplaudir.
-Lamentablemente el príncipe falleció poco tiempo
después pero fue sucedido por Nikolaus quien refrendó
esa especie de “adopción”.
-En denitiva empezó a transitar por una senda mu-
cho más propicia.
-Por cierto, aunque empezaron a manifestarse algu-
nos problemas de salud sobre todo respiratorios.
-Los achaques del cuerpo dicen ustedes.
-En 1783, incluso, tuvo que guardar cama debido a
un prolongado cuadro catarral.
-Los inviernos han de ser duros en esa región.
-Al parecer Haydn padecía un proceso sinusobron-
quial favorecedor de este tipo de episodios que deriva-
ron en una poliposis nasal la cual requirió una extirpa-
ción quirúrgica.
-A estos polis nos lo tengo.
-Son unas formaciones blanquecinas que se produ-
cen en el interior de la nariz o de los senos paranasales
y están ocasionados por una inamación de la mucosa.
-¿Es algo de gravedad?
-Si bien son benignos, suelen progresar al punto de
ocasionar una obstrucción total.
-El turno de los cirujanos y sanseacabó.
-En cuanto a los pólipos le diría que sí.
-¿Otras enfermedades?
-No, ocurre que en 1790, falleció el príncipe Nico-
lás siendo sucedido por su hijo Antón, decidido a eco-
nomizar gastos por lo que despidió a la mayoría de los
músicos de la corte.
Ti saluto Francesco!
-En realidad Haydn conservó un nombramiento no-
minal con un salario reducido y al no requerírsele de-
masiado sus servicios, el príncipe no tenía objeciones en
permitirle viajar.
-¿Y entonces?
-El compositor aceptó una lucrativa oferta de Jo-
hann Peter Salomon, un violinista y empresario alemán,
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para que visitara Inglaterra y al mismo tiempo dirigiera
nuevas composiciones orquestales.
-La propuesta le vino de perillas.
-Una elección bien sensata porque Haydn era un
compositor muy sonado allí. Incluso se venían haciendo
esfuerzos para llevarlo a esa gran metrópoli desde 1782,
aunque la lealtad de Haydn a los Esterházy le había im-
pedido aceptar.
-Don Anton lo eximió de culpa y cargo.
-Tal cual. Después de las afectuosas despedidas de
Mozart y otros amigos partió de Viena a mediados de
diciembre de 1790.
-No tenía muy en claro la relación con Mozart.
-Wolgang lo apreciaba muchísimo incluso tenía un
cierto resquemor por su salud al emprender un viaje tan
largo, para aquel entonces.
-Según lo que me han referido fue el comienzo de un
período muy auspicioso para Haydn.
-Tanto el viaje de 1791-1792 como una segunda vi-
sita en 1794-1795 fueron un éxito rotundo. El público
acudía en masa a los conciertos de Haydn.
-Se lo tenía bien merecido.
-Y de paso consiguió alcanzar la ansiada seguridad
nanciera.
-Una de sus sinfonías es conocida como Londres si
mal no recuerdo.
-Si claro es la Opus 104 compuesta en 1795. En rea-
lidad es la decimosegunda de las denominadas Sinfonías
de Londres, además de ser la última sinfonía escrita por
él.
-Perdón por la interrupción.
-Avec plaisir. Le cuento además, que en julio de 1792
obtuvo el título de Doctor Honoris Causa en Oxford.
-Lo que se dice un niño super mimado.
-Una caricia que podría haber mitigado un tanto el
dolor ocasionado la muerte de Mozart, a la par de su
inminente regreso a Viena.
-¿Ahí nomás?
-Hacia nes de ese mismo mes, en medio de una fría
recepción.
-¡Afamado y con dinero en los bolsillos, … abrase
visto!
-Pero nalmente muy reconocido en el mundo mu-
sical vienés, en grado tal de tener como pupilo a un jo-
ven y díscolo estudiante.
-¡Claro nuestro querido Ludwig!
-Con una extrema percepción anticipó que llegaría a
ser uno de los más grandes compositores europeos.
-Estamos hablando de los momentos bisagra en la
historia de la música occidental.
-Si fuera posible viajar en el tiempo quién no querría
trasladarse a esa época… Ser un observador, por ejem-
plo, del viaje que hizo dos años después a Londres.
-Denitivamente los ingleses lo querían para sí.
-La familia real intentó por todos los medios que se
radicara allí.
-Valorado y querido, yo les habría dado el sí.
-Pero el sucesor de los Esterházy, Nikolaus II, for-
muló un fuerte reclamo y Franz regresó a su puesto de
maestro de capilla.
-De nuevo a la subordinación.
-Pero, … el ahora amigo del Rey Inglés se había
vuelto merecedor de un trato no dispensado hasta ese
momento.
-Después de varias décadas no tuvieron otra alterna-
tiva que volverse bonachones.
-Esa gente sabía de diplomacia. Cierto es que para
esa época la salud de Haydn ya mostraba signos de de-
terioro, sobre todo su propensión a las infecciones res-
piratorias.
-¿Empezaron a aquear sus fuerzas?
-Siguió trabajando aunque de un modo más sose-
gado.
-Muy entendible, además en sus alforjas acarreaba
una maravillosa producción musical.
-Las descripciones de los últimos años indican que
Haydn padecía de insuciencia cardíaca y cada proceso
respiratorio implicaba la agudización de su enfermedad
de base.
-El maldito círculo vicioso, como les he oído decir.
-En 1805 incluso se lo declaró muerto y en París se
celebró una misa por su descanso en tanto que Cherubi-
ni compuso una cantata como recordatorio.
-Con esos amigos no hacen falta enemigos.
-Haydn que siempre tuvo buen humor dijo lamen-
tar no haberlo sabido antes para dirigir el Réquiem de
Mozart.
-¡BIEN FRANZ!
-En mayo de 1809 experimenta un nuevo cuadro
respiratorio agravado por una neumonía, que lo llevó a
la muerte hacia nes de ese mes, inmerso en una total
paz espiritual.
-El feliz epílogo para una vida plena de dignidad.
-Lamentablemente no.
-No venga a agriar una historia a todas luces vivi-
cante como lo había prometido.
Fantasías con el Cello
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-Es que los sucesos tomaron un rumbo muy desdi-
chado.
-¿Los funerales?
-Estaba dispuesto que los restos del músico descan-
saran en Eisenstadt en el panteón familiar de los Ester-
házy.
-Me parece correctísimo.
-La guerra contra los franceses trastocó los planes y
quedó en el cementerio de Hundsturm de Viena.
-¿Y con eso?
-Cuatro días después del sepelio, un par de alimañas
Joseph Carl Rosenbaum, y Johann Nepomuk Peter, se
dirigieron durante la noche a la tumba del músico y le
pagaron al sepulturero para que les entregase la cabeza.
-ESPANTOSO. ¿Qué los movió a cometer tamaña
atrocidad?
-Rosenbaum y Peter creían que el intelecto y las ha-
bilidades mentales venían denidas por el tamaño, for-
ma y proporciones del cráneo.
-Pero el n nunca puede justicar los medios.
-Esas cuestiones no eran motivo de preocupación
para esos enajenados, por utilizar un calicativo piado-
so. El cráneo de Haydn fue conservado por Peter como
parte de su colección, aunque diez años después se lo
cedió Rosenbaum, quien había tenido más cercanía con
el músico.
-¿Y cómo siguió la historia?
-Se cuenta que en 1820 el duque de Cambridge hizo
un comentario al príncipe Esterházy que derivó en un
revuelo de aquellos.
-En castellano por favor.
-Se rerió a lo afortunado que era por tener próximo
los restos del maestro.
-Como quien no quiere la cosa, el Lord sembró una
suerte de cizaña.
-En ese momento Nikolaus II cayó en la cuenta de
que no había efectuado el traslado del cuerpo y cuando
se deciden a abrir el ataúd advierten que le faltaba la
cabeza.
-¡SAPOS Y CULEBRAS!
-Comenzaron las indagaciones y nalmente se supo
que los profanadores habían sido Rosenbaum, antiguo
secretario de Nikolaus II y su adlátere Peter, ocial de la
penitenciaría.
-Quienes pretendían correlacionar la morfología
ósea craneal con las cualidades intelectuales.
Complimenti, ha entendido perfectamente!
-Intentaron excusar lo imperdonable y además con-
sideraban justa su absolución pues “el gran hombre ha-
bía sido abandonado y no debería existir un obstáculo
legal para adueñarse de sus restos”.
-Y Nicolita pintado.
-Algo debía hacer para no convertirse en el hazme-
rreír del Imperio, y fue así como le ofreció una recom-
pensa a cambio de que Rosenbaum le entregara el crá-
neo.
-Cuestión zanjada.
-Equivocado mi estimado.
-¡Por todos los cielos!
-La cabeza fue sepultada el 4 de diciembre de 1820
con el cuerpo de Haydn, pero en realidad Rosenbaum le
había entregado una calavera falsa.
-Berlioz le habría agregado un movimiento más a su
sinfonía fantástica.
-En 1829, poco antes de morir, Rosenbaum confesó
su ardid y le devolvió el cráneo original a Peter.
-Vale decir que Pedrito también fue víctima de en-
gaño.
-El destape estuvo a cargo de la viuda de Peter quien
revelaría el secreto, a la par de ceder el cráneo, a alguien
ajeno al círculo de farsantes, el Dr. Karl Heller, médico
de su marido.
-¿Y de ahí en más?
-El galeno se lo pasó al profesor Rokitansky, quien
lo depositó en el museo del instituto anatómico forense
de Viena.
-¿Se encuentra allí?
-Falta una etapa, en 1895 fue depositado en la Socie-
dad de Amigos de la Música de Viena.
-¡Estamos cerca!
-En 1932, el príncipe Paul Esterházy, construyó una
tumba de mármol para el músico en la Bergkirche de
Eisenstadt.
-¿El sitio de la familia?
-Exacto un lugar más que adecuado, puesto que
allí se estrenaron algunas de las misas que Haydn había
compuesto para ellos.
-¡Menos mal!
-El 5 de junio de 1954 tuvo lugar una procesión con
la cabeza portada en una urna. La comitiva recorrió la
entrada del Musikverein en Viena, luego pasó por su
casa natal en Rohrau y nalmente llegó a Eisenstadt.
-Podrían haber ejecutado algún número de su orato-
rio La Creación.
-El Allelluia por ejemplo.
-O la fuga nal.
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-También. La cuestión es que casi 150 años después
de su muerte los restos del artista volvieron a reunirse.
-Insisto en que un coro debería haber cantado el
Singt dem herren alle stimmen.
-¡Si Señor, todas las voces al unísono!
-De alguna manera consuela el hecho que Francisco
José tenía buen humor…
-Vio que esta vez he traído una historia reconfor-
tante, eh.
-En honor a la verdad sí, pero …
-Los sempiternos claroscuros del alma humana.
-Desde este lugar uno ha llegado a la conclusión que
aquellos “divos autodeclarados” y como tales deman-
dantes de un trato reverencial, en realidad son inseguros
de sí mismos.
-Comparto su parecer. Es más, estoy convencido que
si los humanos nos preocupáramos mucho más en ser
respetables que respetados, la convivencia se volvería
más placentera.
-¿Y en el mientras tanto?
-La acerco una aseveración de alguien a quien le tocó
atravesar momentos muy oscuros.
-Un músico.
-No, pero sí dotado de una preciosa musicalidad in-
terior: Monseñor Angelelli.
-Cuál fue su armación
-“Hay que seguir andando nomás
-Una síntesis perfecta, va derecho a la bitácora.
-Para todos esos días que Ud. ya conoce.
-Debo reconocer que la conversación de hoy tiene
una cuota de sanación.
-Me alegro de que así lo sienta.
-Sentidas gracias y por futuros encuentros.
-Spero di sì.
-¡No se pierda y al entrar salude!